Desde hace casi un año, el rapero y empresario Sean Combs ha ido recibiendo, una tras otra, hasta ocho denuncias de diferentes personas, mujeres en su mayoría, que le acusan de agresiones sexuales, abusos, violaciones, tráfico sexual y de una serie de agresiones que se especifican en esas demandas. Por ahora, ninguna de ellas ha llegado a juicio. Sin embargo, otra denuncia, hasta ahora desconocida, ha logrado condenar por primera vez al músico antes conocido como Puff Daddy o Diddy. Lo que parecía una más en su ristra de acusaciones ha terminado en una sentencia contra el músico de 100 millones de dólares por no presentarse al juicio por agresión sexual al que estaba convocado. Una estratosférica cantidad que tendrá que empezar a pagar en unos días.