Apenas es un párrafo casi al final del más de medio centenar de puntos que componen las 15 páginas de conclusiones de la cumbre de líderes europeos celebrada el jueves en Bruselas. Pero las escuetas frases reafirmando la relación “estratégica” de la UE con Marruecos tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que tumbó los acuerdos de pesca y agricultura de 2019 por la falta de consentimiento del pueblo de Sáhara Occidental, conllevan un fuerte mensaje político para Rabat y más allá.