Mozambique, con 2.700 km de costa baja y muy expuesto a los ciclones tropicales, está en primera línea de la crisis climática. En los últimos años, tormentas devastadoras, inundaciones y sequías —cada vez más intensas y frecuentes a causa del cambio climático— han afectado a miles de personas y matado a centenares en esta nación del sur de África.