La sacudida demográfica que lleva tiempo sintiéndose en los colegios de infantil y primaria empieza a llegar a los institutos. Según la previsión del Ministerio de Educación, publicada este martes, el número de estudiantes matriculados en la Educación Secundaria Obligatoria (la ESO, a la que asisten los chavales, normalmente, entre los 12 y los 16 años) ha descendido en este curso que acaba de comenzar por primera vez en tres lustros, como consecuencia de la bajada acumulada de la natalidad que registra España desde 2008. La estimación del Gobierno es que en las aulas de la ESO hay 10.811 alumnos menos que en junio, lo que supone, de momento, una reducción moderada, apenas un 0,1%, de los 2.103.216 con que acabó el curso pasado.