El proyecto de una Unión Bancaria europea echó a andar en 2014, con la creación de un mecanismo único de supervisión bancario, uno de sus pilares. Sin embargo, hoy, diez años después, la unión bancaria sigue inacabada e incompleta. Esta semana, el rechazo del Gobierno alemán al movimiento del banco italiano UniCredit para hacerse con una gran parte del alemán Commerzbank revela las trabas al proyecto, pese a la retórica de que hay que impulsar las fusiones para romper las barreras nacionales; y más en un momento en el hay competir con Estados Unidos y China.