El Barça se agiganta en Girona

La voracidad del Barça se tragó a un distraído Girona la tarde en que Montilivi ya se había pintado y habilitado para festejar la llegada inminente de la Champions. Los azulgrana tienen tanta hambre como prisa, juegan como demonios, todos a una como Fuenteovejuna, indesmayables e indomables incluso para adversarios con el cartel del Girona. El equipo de Michel ha perdido calidad individual e intenta ganar espíritu grupal para poder alternar la competición europea con la Liga. Aunque tampoco rebosa talento, el salto de calidad es notable en cambio en el plantel de Flick. Alcanza con ver a Lamine Yamal y a Pedri para entender el cambio del Barcelona. Ambos atacaron como si fueran defensas y marcaron la diferencia en un partido que devolvió las tornas de la temporada pasada: del 4-2 se pasó al 1-4. El Barça se agigantó al tiempo que se empequeñecía el Girona.

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