La última película del director Marcel Barrena, protagonizada de manera magistral, entre otros, por Eduard Fernández y Clara Segura, relata una historia verídica: el “secuestro” -pacífico- del autobús número 47 por parte de Manolo Vital, líder vecinal de Torre Baró y conductor de autobús, acaecido en 1978. La acción de protesta -que se saldó con una victoria de los vecinos-, tenía el objetivo de dotar el barrio -autoconstruido por personas llegadas de muchos lugares de la península a la capital catalana a lo largo de los años Sesenta del siglo pasado-, de transporte público.