Google no tiene descanso en los tribunales. Solo un mes después de que un juez declarase que la compañía ha ejercido un monopolio ilegal en el mercado de las búsquedas en Estados Unidos, este lunes la compañía ha vuelto al banquillo por la publicidad digital. La compañía ejercer un triple monopolio al controlar la oferta, la demanda y el mercado de intercambio, según han sostenido este lunes los fiscales del Departamento de Justicia, que demandaron a la empresa junto a 17 Estados. Los demandantes piden la división del negocio publicitario de Google mediante desinversiones para fomentar la competencia. La compañía niega las acusaciones y advierte de que si se rompe su modelo, el resultado puede acabar siendo menores ingresos para los editores y mayores precios para los anunciantes. Una jueza de 80 años, Leonie Brinkema, decidirá quién tiene razón.